Alerta en Latinoamérica por el bajo precio del petróleo
La caída drástica del precio del petróleo, que el pasado 5 de octubre se situó en 19,65 dólares (21,4 euros) después de subir por encima de los 30 dólares (32,7 euros) tras los atentados contra EEUU, puede suponer para los países latinoamericanos cuya economía depende del “oro negro” una reducción de sus ingresos. Los analistas señalan que esa situación podría dificultar el pago de la deuda externa de esos Estados. Los gobernantes de Venezuela, Ecuador y México están preocupados porque, si el precio del crudo sigue bajando, los ingresos de esos Estados se verán gravemente afectados, ya que dependen en gran medida de las exportaciones petroleras.
El ministro de Economía de Ecuador, Jorge Gallardo, ya ha advertido que si el precio del barril de brent sigue con su tendencia a la baja habrá que modificar el Presupuesto General del Estado para 2002, que se basaba en un precio promedio de 20 dólares (21,8 euros). La venta de petróleo al extranjero supone para Ecuador casi el 50% de su presupuesto. La compañía estatal Petroecuador ya ha advertido que por cada dólar que baje el crudo a partir de los 20 dólares, el país andino dejará de ingresar el año próximo 75 millones de dólares (81,7 millones de euros). El caso de Venezuela es menos agobiante, ya que este año la recaudación impositiva superará a los ingresos por la venta de crudo, según la Administración Tributaria del país suramericano. Fuentes oficiales han señalado que es la primera vez desde 1948 en que se da esta situación. Por su parte, el ministro de Energía de México, Ernesto Martens, ha intentado tranquilizar a los mexicanos asegurando que no habrá problemas con el suministro.
El Gobierno de Vicente Fox incluso se ha comprometido a aumentar las exportaciones a EEUU. importadores contentos. Los países centromericanos, por el contrario, prefieren que los precios de la preciada materia prima se mantengan bajos ya que son grandes importadores de petróleo. La súbita alza que experimentó el crudo como consecuencia de los ataques terroristas contra EEUU sembró la alarma en estas naciones. Sin embargo, el ministro de Industria y Comercio de Honduras, Oscar Kafati, se apresuró a explicar que la subida fue una “reacción normal de los mercados. El nerviosismo hace que se disparen los precios”. Kafati insistió en que “no hay ningún indicio de que pueda haber problemas” y el transcurso de los acontecimientos le ha dado la razón. En cualquier caso, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) está trabajando en la solución de un problema que tiene en vilo a Latinoamérica. La OPEP, de momento, no ha reducido la producción para lograr una apreciación del crudo y ha suspendido la reunión que tenía prevista para el sábado 6 de octubre.
El ministro de Economía de Ecuador, Jorge Gallardo, ya ha advertido que si el precio del barril de brent sigue con su tendencia a la baja habrá que modificar el Presupuesto General del Estado para 2002, que se basaba en un precio promedio de 20 dólares (21,8 euros). La venta de petróleo al extranjero supone para Ecuador casi el 50% de su presupuesto. La compañía estatal Petroecuador ya ha advertido que por cada dólar que baje el crudo a partir de los 20 dólares, el país andino dejará de ingresar el año próximo 75 millones de dólares (81,7 millones de euros). El caso de Venezuela es menos agobiante, ya que este año la recaudación impositiva superará a los ingresos por la venta de crudo, según la Administración Tributaria del país suramericano. Fuentes oficiales han señalado que es la primera vez desde 1948 en que se da esta situación. Por su parte, el ministro de Energía de México, Ernesto Martens, ha intentado tranquilizar a los mexicanos asegurando que no habrá problemas con el suministro.
El Gobierno de Vicente Fox incluso se ha comprometido a aumentar las exportaciones a EEUU. importadores contentos. Los países centromericanos, por el contrario, prefieren que los precios de la preciada materia prima se mantengan bajos ya que son grandes importadores de petróleo. La súbita alza que experimentó el crudo como consecuencia de los ataques terroristas contra EEUU sembró la alarma en estas naciones. Sin embargo, el ministro de Industria y Comercio de Honduras, Oscar Kafati, se apresuró a explicar que la subida fue una “reacción normal de los mercados. El nerviosismo hace que se disparen los precios”. Kafati insistió en que “no hay ningún indicio de que pueda haber problemas” y el transcurso de los acontecimientos le ha dado la razón. En cualquier caso, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) está trabajando en la solución de un problema que tiene en vilo a Latinoamérica. La OPEP, de momento, no ha reducido la producción para lograr una apreciación del crudo y ha suspendido la reunión que tenía prevista para el sábado 6 de octubre.
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